Toni Calatrava
En realidad era sencillo: un posicionamiento razonable en el campo, juntar más las líneas, ser agresivos en la recuperación y aprovechar las jugadas de ataque para marcar la diferencia. Voro no ha hecho más, simplemente aplicar el sentido común y los resultados han llegado. Es evidente que el nivel de juego no es el deseable, pero al menos has recibido sólo un gol en estos dos partidos, cuando venías de un promedio de 2,5. Los centrales han tenido un papel más que correcto, siempre bien colocados, anticipándose a los delanteros: mucho menos expuestos que con Pako. Suarez ha estado mejor en un doble pivote, como alguno pronosticamos, y Parejo se ha movido con mucha soltura conectando bien con los de arriba. No era tan difícil.
El partido fue muy feo: desarrollo muy trabado, sin el ritmo necesario por las continuas faltas; pero con llegadas peligrosas en ambas áreas. Alves tuvo todo el protagonismo, fallando en otra no-salida en el primer gol del Lega, haciendo un penalti absurdo tras otro fallo por arriba, y «arreglándolo» con un paradón tremendo. Por suerte el equipo supo defender bien el resultado favorable, sufriendo lo mínimo en el tramo final del partido, con ocasiones para haber terminado 1-3 fácilmente.
El equipo está en el buen camino, con el tiempo que ha tenido para trabajar este entrenador, no se puede pedir más. Ahora toca decidir, si lo de Marcelino García Toral es imposible -como parece en este momento-, si hay opciones en el mercado mejores (y que estén dispuestos a venir) que Voro. Si hay un momento para apostar por él, es este; los entrenadores que pueden ser factibles (Baraja, Caparrós, Laudrup, etc..) no ofrecen mayores garantías. ¿Cuál es la decisión que ofrece menos riesgos para el Club?
Gracias, Voro
Hoeman
Pues Voro ha puesto la cordura y el rigor en la esquizofrenia valencianista, quién iba a decir que con una notable incidencia en la táctica defensiva (intentar construir el equipo desde atrás, no conceder más de lo necesario, en definitiva, apostar por la fortaleza defensiva) llegarían las victorias del Valencia, que ante equipos inferiores puede apostar por la superioridad en la calidad y capacidad técnica de sus futbolistas. Quiero destacar el trabajo de Rodrigo tanto en la presión como en sus movimientos de desmarque, que aunque no esté acertado cara a portería, su sacrificio redunda en el beneficio colectivo. Así, siempre en mi equipo. Además, no deberíamos olvidar que el gol del empate che es en gran medida gracias a él. Volvió a sufrir el equipo a balón parado, así concedió el gol el Valencia, Diego Alves hizo un mal partido que tapará por el penalti parado (y cometido por sí mismo). La distancia entre líneas defensivas es una de las mejoras más relevantes del Valencia en estos partidos, además de la mejora en la toma de decisiones en parte propiciada por esto. Es cierto que el equipo llega menos, pero también lo es que ya no parece un «pollo sin cabeza». Otras cosas a reseñar: Nani siendo decisivo y entendiéndose con Gayà; excelente Parejo más liberado en la segunda parte, tanto en el pase como llegando desde segunda línea; partido muy completo de Mangala; se sufrió en los minutos finales, pero fue un sufrimiento «controlado» y solidario. Viniendo de donde venimos, no podemos pedir mucho más.
Ah, y qué gozo ver cómo rabian supuestos gurús valencianistas.
jamacuco
Coherencia. Esa es la clave. Algo tan sencillo, o tan complicado para algunos, como el sentido común o la sencillez pragmática en los planteamientos o la asignación de tareas de forma clara…. En definitiva, hacer uso de la coherencia por sistema. Esa es la receta que ha aplicado Voro para conseguir la victoria en Leganés y adjuntarla a la del pasado jueves contra el Alavés en Mestalla.
Los jugadores, mareados desde el vestuario y desde el palco, en el momento en que detectan coherencia en su entorno sacan a relucir, aunque sea con cuentagotas, su calidad y su espíritu competitivo. Puede que sea una anécdota, pero el segundo tiempo en Butarque demuestra que donde hubo fuego de gloria quedan ascuas para hacer un partido sufrido pero práctico. Voro parece que ha sacado en estos días un fuelle para avivar esas casi cenizas mortecinas, y lo ha hecho con la lógica de la sencillez: laterales más retrasados, un centro del campo un poco más compacto, jugar en largo desde la portería para evitar riesgos, apoyo de los extremos a los laterales y viceversa…. A poco más le ha dado tiempo al de L’Alcúdia. Pero suficiente para sonrojar a los anteriores inquilinos del banquillo valencianista.
Hay varios jugadores que han hecho un buen partido, casi todos desde un inicio titubeante a un final serio: Nani con su movilidad y gol incluido; Rodrigo muy luchador pero sin el premio del gol; Montoya que sabe jugar con balón y equilibra bastante bien la defensa y el ataque; Enzo, gris pero práctico; Mangala muy serio y difícil de superar…. Casi todos podrían recibir algún comentario positivo en el día de hoy. Y es que venimos de un nivel tan ínfimo, que cualquier pequeño detalle nos parecen hechos destacables.
En cuanto a Alves y su titularidad, he de reconocer que me ha ganado. Creo que debe ser el primero de la lista. ¿Por qué? Dada la cantidad de penaltis que nos pitan en contra (estadísticamente el VCF es que más recibe, sólo esta temporada 3 en 6 partidos), Alves nos puede dar un cierto respiro dado su porcentaje de paradas. Sé que Ryan puede ser mejor con los pies y que Alves falla en sus salidas, pero a día de hoy creo que no nos podemos permitir tenerlo en el banquillo porque es de esos porteros que te da unos cuantos puntos a lo largo de la temporada.
Y ahora a esperar al nuevo entrenador. Con que aplique la misma coherencia que la que hace gala Voro (su trabajo sí es cultura de club, de forma real, sin palabras rimbombantes) ya tendríamos bastante ganado.
Jomi Lavarías
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Aplicar el sentido común y la sensatez es igual a sumar puntos. El inmovilismo y la cerrazón es igual a no sumar puntos.
En eso ha cambiado el Valencia en los dos partidos que Voro ha estado al mando del equipo. Hasta el mas ciego podía ver que el 4-3-3 que Ayestarán aplicaba como sistema no estaba funcionando, y lejos de cambiar, lo seguía aplicando partido tras partido con la esperanza, imagino, que algún día diera sus frutos y ganásemos un partido jugando bien. Nos íbamos a divertir, decía…
No es que hoy hayamos desarrollado un fútbol de salón pero hoy, como el día del Alavés importaba ganar y solo ganar. Sacar tres puntos más y con seis ya en el zurrón ver la vida mejor. Hoy el equipo ha estado serio, práctico y eficaz. Tras una primera parte muy mala, eso sí, sin conceder ocasiones al rival, ¡milagro!, en la segunda hemos visto al mejor Valencia de lo que llevamos de liga. Hemos, incluso, visto a un equipo con oficio, lo cual ya ni recordamos cuándo fue la última vez. Parando el partido a nuestro antojo y llevándolo al terreno que queríamos, dejando que pasara el tiempo para llegar al 90 lo antes posible.
Pero aún hay mucho que mejorar. Lo primero, y ya parece algo imposible, mantener la puerta a cero. Hoy, pese al gol encajado y el penalti parado por Alves (penalti de risa, como su cantada, y paradón descomunal) hemos estado cerca de ello. No hemos concedido demasiadas ocasiones al rival, y yo al menos he visto mayor seguridad defensiva. Después, en el caso de hoy, mejorar el modo de entrar en el partido. Hoy no sé si por la hora o qué, excusa manida para los partidos matinales, el equipo ha entrado dormido, justo lo contrario que en la mayoría de los partidos de esta temporada. Y hay que tratar de ser mas constantes. Hay que tratar de mantener la línea de juego durante la mayor parte de los noventa minutos. No nos vale regalar media parte y jugar una segunda mas que aceptable. Constancia.
Nombres a destacar:
Naní. Me ha gustado bastante la movilidad que ha tenido arriba y las ganas siempre de crear peligro. Es el jugador diferente que tenemos arriba. Referencia.
Rodrigo. Hoy le ha faltado marcar. Buen partido el suyo, no ha sido el jugador fallón que nos tiene acostumbrados.
Parejo. Decía en Twitter que el de la primera parte era el murciélago del cartel anunciador del partido del Leganés. En el descanso despertó y manejó el partido a su antojo.
Mario Suárez. El gol tapa otro gris partido suyo. Preocupante si el 4-2-3-1 se instaura como esquema.
Enzo. No tan brillante como el dia del Alavés pero sigue siendo fundamental. Todos temblamos cuando cayó KO en los primeros minutos.
Santos – Mangala. Impecables. Pensé que nunca diría algo así de una pareja de centrales del Valencia.
Alves. El penalti decisivo. Brutal parada. Pero me preocupa la corriente anti-Alves que detecto últimamente sobre él. Para mí es absolutamente inmerecida. Sigue siendo el mejor portero de los tres hasta que se demuestre lo contrario.
Voro. Gracias.
Que siga la racha y el domingo ante el Atleti rememos juntos hacia una nueva victoria, por mucho que le pese a más de uno. Animaos, no siempre íbamos a perder.
Drakul
Voro o el éxito del hombre sensato. Conoce su trabajo que es el de entrar a escena en los momentos de crisis y siempre utiliza la formula que le funciona. No pretende hacer grandes cambios, no piensa en el futuro, no necesita dar descansos ni hacer que un jugador aprenda una posición. Voro simplificó el juego del Valencia y con ello ha conseguido su segunda victoria.
Tal vez Voro eligió el once mas defensivo que la plantilla le ofrece. Cancelo hizo de volante derecho, Enzo y Mario Suarez fueron los mediocentros y le dio la libertad a Parejo que había pedido en sus declaraciones de la semana pasada. El resto mas o menos los de siempre; tal vez sorprendiese la posición de delantero centro en Rodrigo Moreno, quien también la había solicitado y que la agradeció dando un verdadero recital de pelea y desgaste. El partido estaba para eso. Se trabajó duro y se dejó el desequilibrio en las botas de Nani, quien marcó el primero con la sangre fría de un sicario colombiano y asistió para el segundo inventando una jugada de un córner que se suponía tan poco fructífero como los demás que lanzó Parejo.
El Valencia ha encontrado la solidez defensiva de los viejos tiempos, pese a las dudas del mejor parapenaltis de la historia en los balones aéreos, en la pareja formada por Mangala y, sorpréndanse, Aderlan Santos. Al primero el valor se le suponía pero el segundo ya encadena tres partidos seguidos con la contundencia y el orden que no demostró en toda la anterior campaña.
Lobo
Voro tiene algo. Quizá un raro sentido común para evitar meterse en genialidades tácticas y líos innecesarios, puede que entienda dónde debe jugar cada uno sin pedirle más de lo que sabe hacer, o simplemente una humildad a prueba de bombas que contagia a todos. A lo mejor no siente presión por saberse interino y sin necesidad de demostrar nada, o puede que los jugadores asuman que cuando está Voro en el banquillo es porque ellos no lo han hecho bien, y se esfuercen más. No lo sé, será algo de esto, o todo a la vez, o nada, seguramente no tengo ni idea de porqué Voro consigue habitualmente lo que los entrenadores cesados no, ni hasta que punto es un mérito futbolístico o solo echarle normalidad. Pero su mérito es indudable, y su ya abultado historial como encargado suplente, brillantísimo. Gracias a él, de nuevo, el VCF ha levantado cabeza en este Liga que empezó tan rematadamente mal.
En Butarque el VCF de Voro no ha hecho un gran partido, ni mucho menos. Sobre todo la 1ª parte ha sido bastante mala, llena de imprecisiones e indefinición. Pero tras la reanudación el equipo ha espabilado bastante y al menos ha estado sobrio, luchador, comprometido, los jugadores se han arropado y hasta han tenido cierto oficio. Con tan poca cosa y quizá un poco de suerte ha valido para traerse 3 puntos de uno de esos campos en que es casi obligatorio si realmente quieres competir. Y yo estoy conforme, había que ganar como fuera y así ha sido, sin florituras, sin delirios de grandeza tipo ‘somos el VCF’, sin chorradas, solo siendo un equipo ordenado, luchador y sensato, la victoria de la sensatez. Qué más se puede pedir en estas circunstancias?
Yo no pido la continuidad de Voro. Si él no quiere es porque no debe verse preparado más allá de aplicar sentido común y orden cuando no hay más remedio que meterse en el fregao por circunstancias adversas, pero ese hombre merece recoger el testigo de Españeta como emblema del club. Pocos lo merecen tanto.
#GraciasVoro
Mario Selma
Canjear de golpe un 0de12 por un 6de6 resucita a un muerto. Y te la pone como una tubería. Ahora, el equipo ni ha cambiado drásticamente, ni ha mejorado su juego -de hecho ha perdido esa fluidez edulcorada por algún pakista prebendado- ni mucho menos, como era de esperar, ha desenredado del todo los nudos en ambas áreas. Pero desaparecen los correcalles, no desfallecen al primer derechazo y, claro está, no se escapan los partidos. Que de eso va el negocio.
En cuanto a los jugadores, Diego Alves se radiografió a sí mismo en apenas 1 minuto; capaz de fallar estrepitosamente en su sempiterna aerofobia, resarciéndose de su cantada para convertirse en un histórico de la Liga. Al final, claroscuros que generan dudas, seguramente debido a un déficit de confianza tras su titubeante verano. No me gustaría leer una crítica inmotivada hacia Santos, el cual estuvo correctísimo en casi todas sus intervenciones. Ídem Mangala, aunque con imprecisiones cuando la puso en largo. Montoya muy activo por su carril, pero le comieron la tostada en demasiadas ocasiones con excesiva facilidad, mientras Gayà volvió a pecar de no encimar lo suficiente para taponar a su par, aunque acertado en sus incursiones entendiéndose con Nani. Mario Suárez comenzó perdido y aplicando una contundencia de infantil, aun estando flanqueado por Enzo, formando un doble pivote que no carburó como esperábamos de tal maniobra táctica. Ni la posición adelantada de Parejo, que tampoco sacó petróleo a su cercanía a la portería contraria, teniendo que bajar un escalón a recibir para tener protagonismo. Cancelo agitó por su banda, arrancando como extremo cayendo hacia dentro en busca de combinaciones fructíferas, sin terminar de cuajar una actuación ni eliminarnos esa sensación actitudinal negativa. Rodrigo, que vio atendida su petición expresa, fue un delantero útil para el equipo -que no es poco-, por derroche, lucha y movimientos, si bien continúa sin derribar la puerta, no marca, ni es un factor determinante arriba. Justo lo contrario que Nani, y no ya por su influencia directa en forma de gol y asistencia, sino por lo que genera por sí mismo, su gen competitivo y su liderazgo incipiente. Esa autonomía eficiente es la que empieza a marcar diferencias con el resto de arietes. Aunque era lo mínimo exigible de alguien con su caché y trayectoria. Como se exigió a Negredo y Rodrigo. Munir trabajó en consonancia con sus compañeros y rascó buenas faltas fruto de su calidad individual, sin poder aportar nada más en ataque.
Voro vuelve a hacer lo que mejor sabe; simplificar ecuaciones elementales, dotar orden y pragmatismo de modo inmediato y transmitir tranquilidad y confianza a sus estacionales pupilos. Una receta made in Salvador González. Hasta ahí bien, todo perfecto. Pero si llevamos años reclamando un técnico de determinadas características, no debemos dejarnos llevar por el éxtasis del momento y nublarnos por 2 partidos ganados por la mínima ante recién ascendidos. El de La Alcudia claro que merece una renovación, además con carácter vitalicia, pero en la misma función y cargo que viene desarrollando, con ese aura de comodín provisional de histórico bagaje victorioso como excepción y no como regla. No hay que estropear lo que funciona, ni forzar situaciones que irían en contra de su voluntad. Así es como se respetará la magia de su figura. Gracias Voro, compromiso valencianista en letras de oro.
Pocas mejorías que nos hacen ganar. Así de simple y así de complicado. El comodín Voro sigue dando puntos.
A destacar: Rodrigo. Yo he odiado a Rodrigo: jugador fallón que costó 30 kilos siempre la opción incorrecta, intrascendente, fallón. Rodrigo ha cambiado (creo). Corre corre y corre. Empieza a sumar. Jamás ha dicho una palabra más alta que otra. Necesita un entrenador, lleva casi 3 años sin entrenador un chico que tiene que crecer. Puede sernos muy útil.
Nani. Hoy algún destello, un jugador que, en mi opinión, ya está acabado. Ya se han rumoreado líos de faldas en Valencia con el portugués de protagonista. Casualidad o no, se ha marcado un Romario, la noche me encanta, si no salgo no marco. Que siga en esa línea.
Alves. Ha jugado mal, y aún jugando mal ha tapado las bocas en el campo y siendo correcto en el micrófono, pese a que razones no le faltaban para rajar tras el maltrato que ha sufrido este verano. Decir que Ryan va mejor con los pies tras el partido que se marcó contra las Palmas o que es más seguro tras sus partidos contra el Monaco debería ser un delito. Alves y Ryan jugaron un partido prácticamente idéntico la temporada pasada en el Campo nou. Uno acabó 7-0, el otro 1-2. Alves es decisivo y carismático, aunque no está en su mejor momento.
Santos. Es el central de menos nombre y cumple igual de bien o mal que el resto.
Montoya. Salvo algún destello… No, mejor afinemos, destellito, defienden mal, peor incluso que Barragán. En el primer gol tiene responsabilidad, cosa que no he leído en ningún sitio.
Amunt muchachos