Jomi Lavarías

Oportunidad perdida. Empate que sirve para muy poco en un partido bastante decepcionante, en líneas generales, del Valencia.

La primera parte ha sido la nada más absoluta. Ninguno de los dos equipos ha producido nada en ataque. Las defensas se imponían fácilmente ante unos delanteros timoratos. El Valencia notó en demasía la ausencia de Rodrigo. Sin Rodrigo el caudal ofensivo se reduce a la mínima expresión. Ni Mina ni Gameiro son capaces de suplirle con ciertas garantías. Y la aportación de estos jugadores sin él se torna nula. Si a ello unimos que tanto Parejo como Kondogbia han estado hipervigilados tenemos que esta primera mitad ha sido como tirar cuarenta y cinco minutos a la basura. Se pudo pero no se quiso, sería mi resumen.

En la segunda mitad el equipo dio un paso adelante y jugó más en campo de la Real. Y con más rapidez y sentido. Al menos ese Valencia sí era mas reconocible. Las entradas de Coquelin y Rodrigo por un gris Kondogbia y por Mina le dieron otro aire al equipo. Las llegadas se sucedieron aunque no con un excesivo peligro, peor sí el suficiente como para haber marcado un gol y llevarse el partido. Pero ahí fue cuando se quiso y ya no se pudo.

Tres puntos que necesitábamos para intentar asediar la cuarta plaza del Sevilla, pero este empate lo único de que nos vale es para descabalgarnos un poco de esa lucha y no ocupar, adelantando al Betis, la sexta plaza que da opciones a Europa League. Una lástima.

Amunt.


 

jamacuco

Hoy el VCF ha estado muy reservón. La primera parte prácticamente ni la ha jugado. La Real Sociedad, suponiendo un desgaste físico y mental de los valencianistas, ha apretado desde el principio con presión muy alta y ha tapado todos los caminos hacia su portería. El VCF muy obtuso, más si cabe con la ausencia de Rodrigo, que mal que le pese a algunos, es el auténtico canalizador del juego de ataque del equipo sin lugar a dudas.

La segunda parte el VCF se entonó pero mostró una vez más su carencia más visible: la falta de efectividad de cara a puerta. O no se tuvo acierto, o se llega tarde, o no se tiene la pausa suficiente para dar el último pase, o se repite hasta la saciedad la misma jugada…. Lo de siempre, lo habitual en esta temporada. Los minutos de Rodrigo (escasos) dieron cierta movilidad al balón, sin embargo hoy el resto de compañeros fueron apagándose conforme pasaban los minutos: ni Parejo, ni Gameiro, ni Soler, ni Cheryshev, ni el reaparecido Guedes pudieron dar el «punch» necesario para doblegar a los donostiarras. No sé si la falta de gol será la sempiterna excusa en rueda de prensa cuando el delantero fichado, Sobrino, vio los 90 minutos desde el banquillo….(pausa valorativa) Creo, una vez más, que el problema más acuciante es el de creación de juego, de alternativas, de sorpresa a un rival que se encierra. Y además, acierto en el remate, sí. Pero a mí me sigue faltando juego desde el centro del campo.

La única diferencia de este partido con la mayoría de los vistos en Mestalla esta temporada es que el rival no ha aprovechado sus escasas oportunidades. Lo normal es que al mínimo fallo defensivo, el rival lo aprovechara en forma de gol o penalty. Afortunadamente hoy no ha sido así, y los errores (un par ha habido) no han tenido consecuencias.

Destacaría una vez más a Gayà. Para mí está haciendo una temporada espectacular. Siempre rinde, siempre lucha, siempre está ahí. Imprescindible hoy en día en este VCF.

También ha sido destacable el debut de Roncaglia. Defensa rápido, sobrio y que no ha cometido ninguna incorrección. Bienvenido!!.

Ahora a esperar partidos mejores y con un poquito más de juego y mordiente, a ser posible.

Amunt.


 

Sergi Calvo

Jugó en la tarde de hoy el Valencia a ritmo de mascletá: ritmo muy moderado en la primera parte para completar un segundo tiempo in crescendo, en espera de la traca y apoteosis final que, desgraciadamente, hoy no llegó.

La primera parte fue muy gris por parte de los de blanco. El Valencia parecía cansado y falto de ideas en la salida de balón. Parejo fuera del partido y Kongdobia lejos de su mejor versión no dieron continuidad hacia adelante al más que aceptable trabajo defensivo.

Notó quizá en exceso el Valencia la rotación de Rodrigo. El hispano brasilero es un jugador que cuando está a pleno rendimiento y competencia es más que un delantero, es todo un sistema de ataque, exactamente de lo que careció por completo el equipo ché en la primera parte.

La Real Sociedad se mostró como un equipo extremadamente solvente con piezas más que interesantes y a tener e cuenta. La primera parte fue donostiarra sin discusión.

En la segunda parte, el Valencia adelantó líneas de presión y las llegadas al área de un inseguro Rulli se fueron sucediendo a cada vez un ritmo más acelerado. Faltó el gol, aunque el proceso de elaboración del mismo fue el adecuado.

Un empate que deja una sensación algo fría. El Valencia, en la segunda parte, fue superior a una buena Real y mereció sin duda la victoria. Tal vez la mente de los jugadores este en otras ensoñaciones. Es comprensible pero debe haber tiempo para todo.

Lo mejor las buenas sensaciones de un rocoso Facundo Roncaglia hoy en su debut. Recordando el argentino notablemente a otro defensa argentino de hace dos décadas: Fernando Cáceres. El regreso de Guedes (en apenas 20 minutos recibió ya tres o cuatro faltas y un golpe severo en el tobillo) puede ser también un punto de inflexión a poco que, en particular Rodrigo, mantenga este nivel.

Ahora, vuelta a Europa. Bien haría la plantilla en aprovechar mejor esta oportunidad de partidos consecutivos en Mestalla para consolidarse en puestos muy nobles y meter una presión que podría ser letal para el Sevilla.

Se impone, más que nunca el partido a partido.


Lobo

El empate es decepcionante, claro que lo es. Era el día para dar miedo y presentar la candidatura real a luchar por las plazas de privilegio. Sin embargo el equipo salió destensado, contemplativo, dejando al visitante que controlara y mantuviera el balón, solo templando lo suficiente para que no crearan demasiado peligro. Lo malo es que tampoco se creó en la portería de Rulli, que fue tan espectador como Neto, con lo que la primera parte fue aburridísima.

La segunda fue otra cosa. Si algo podemos sacar en claro es que desde hace ya unos partidos el VCF vuelve a mejorar tras saltar en la continuación, algo en el haber de Marcelino y que sucedía por sistema la temporada pasada. Pero te deja la sensación de que no ir al por la victoria desde el principio es un desperdicio de esfuerzo y una forma de encarar los partidos bastante estúpida. Si un equipo podía aducir cansancio ese era el VCF, así que lo lógico habría sido decantar el partido en la primera parte y dedicarse a sestear y especular en la segunda, no al revés. Porqué se hace así? Misterio, no lo sé. Supongo que habrá razones pero no alcanzo a imaginarlas.

Pero Marce, pese a reactivar al equipo, marró los cambios. Yo habría quitado antes a Gameiro que a Mina, puesto que pretendías arrinconar al rival y el gallego es mucho más cazagoles que el francés, más apropiado para contragolpear y pivotar. También habría dejado a Kondogbia y no a Parejo, hoy muy inconsistente e incluso peligroso como solo él sabe ser, regalando balones fáciles y perdiendo otros por el absurdo de querer lucirse con taconcitos y cañitos perfectamente innecesarios. Pero bueno, tampoco es que el pulpo se estuviera luciendo y quizá estaba muerto físicamente, es posible. Tampoco ha sido acertado mantener a Soler, muy desacertado en banda aunque siempre voluntarioso.

Al menos cabe destacar que tanto Garay como el debutante Roncaglia estuvieron a muy buen nivel, además de Gayá, para mi el mejor del partido otra vez.

Bueno. Se ha perdido una oportunidad, pero intentemos ser comprensivos. Los altibajos se pueden entender si se mantiene la tensión competitiva, y al menos en la segunda parte sí se ha visto el VCF que todos queremos. Esperemos que este pequeño paso atrás sirva para coger inmpulso.


 

 

Ilustración del artículo vía valenciacf.com

2 comentarios en “VCF 0 – RSO 0 | Frenazo inesperado El VCF dejó escapar dos puntos necesarios para continuar la escalada en un partido con dos partes muy diferenciadas. Así lo analizamos.

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