Jomi Lavarías
Grandísima y muy sufrida victoria en San Sebastián. Tres puntazos de oro obtenidos con uñas y dientes. Es tal el clima que se ha creado alrededor del equipo con la ausencia de refuerzos y de acción por parte de Meriton, que en la cuarta jornada hemos sufrido como perros y hemos conseguido una victoria tan enorme que parecía que nos iba la vida en ello. Ojalá haya tomado nota quien debe tomarla y tome ejemplo del trabajazo que ha hecho el entrenador y todos los futbolistas que hoy se han dejado la vida en el terreno de juego.
Primera parte muy sobria. Corrigiendo todos los defectos mostrados en los tres partidos anteriores. Se acabó la sangría de remates a puerta en contra. Muy compactos y acercamientos peligrosos al área donostiarra. El equipo fue un bloque con un muy buen Wass en el centro del campo, erigiéndose en el mejor hombre del partido.
La segunda parte comenzó muy distinta. Muy metidos atrás provocado por la presión de la Real, sin capacidad para salir y perdiendo el balón continuamente. Veinte minutos duró. Hasta que llegó una contra perfectamente llevada por Wass, abriendo una pelota espectacular a Gayà que se la sirvió en bandeja a Maxi. A partir de ahí el equipo se calmó y tomó el control hasta que el arreón final de ellos nos volvió a meter atrás. Y el VAR hoy, justamente, nos salvó de un empate que hubiera sido inmerecido por la lucha y la pelea de los futbolistas.
Que sirva para al menos cambiar la dinámica en el juego y que esta victoria sea un balón de oxigeno.
Amunt!
Si algo tienen las victorias es que encajan como un guante en todos los discursos y líneas posibles.
Para los apocalípticos que hablan de descenso de categoría y urgencia en sumar los preceptivos cuarenta y dos puntos, tres puntos son un escalón más: cuatro partidos y siete puntos dan, si no me falla la cuenta, la media necesaria.
Para los europeístas, ganar en Anoeta y sumar de tres en tres es el camino marcado.
Para los soñadores en cotas mayores, sumar de tres y escalar puestos hacia la parte noble de la tabla.
La realidad es que no hay que valorar la victoria de hoy a largo plazo. Son tres puntos, la máxima cosecha en un partido y el tópico más cierto: siempre es mejor construir desde la victoria que desde la incerteza de la derrota.
No mereció mucho el equipo, tras una solvente primera parte, tiró de supervivencia desesperada en gran parte de la segunda. Cuando el gol txuri-urdin se hacía inminente, un contraataque letal y magníficamente ejecutado y finalizado certificó el 1-0 pese al suspense final. Ya era hora que el VAR funcionase de manera correcta. Todos fuimos Jaume reclamando una falta inexistente, menos mal que alguien vio la mano salvadora que invalidó el disgusto final.
0-1. Puerta a cero, gol de contraataque… Es una música que nos resulta familiar y que agrada enormemente en estas tierras.
¿Traerá paz? Seguro que no… pero al menos unos días (firmo unas horas) de tranquilidad y sonrisa.
Ganó el Valencia.
Peris
Deiem el dissabte que calia demanar més del libreto de Gracia. Hui ha fet de la necessitat virtut, amb un onze molt atrevit i valent en el plantejament. Quan es disposa d’un perfil de jugadors determinats, només cal unificar les individualitats per millorar el col·lectiu. Es fa bo el punt davant el Huesca, que semblava un pas enrere. Wass ha demostrat la seua polivalència i, junt a Kondogbia, ha mantingut a un equip pràcticament sub-21. Quan una part del valencianisme ja no té il·lusió pel seu equip, estes victòries són bones per provocar el dubte dels desafectats. El Valencia CF com a institució no es pot permetre perdre cap cor. El gol de la Real? La normativa és un destarifo, però atén, de tant en tant, que caiga al teu favor està molt bé.
jamacuco
Buen partido del VCF. Sin brillo, sin alfombra roja, sin luces de neón. El equipo salió sobrio, vivo, bien empacado. Sin florituras, pero sin tonterías sobre todo detrás. Compitiendo sin miedos. Una Real sorprendida y exigida no supo hincarle el diente a los de Gracia, teniendo además alguna contra peligrosa a lo largo de los primeros 45 minutos.
La segunda parte fue diferente. Los donostiarras se multiplicaron en ataque exigiendo mucho más defensivamente al VCF que empezó a sufrir. Poco a poco el agobio fue mayor y se mascaba el gol que rondaba a Jaume, ya que los cambios en el VCF no cambiaron la dinámica. Pero un espléndida jugada rápida desde el centro del campo con Wass como mediocentro (buen partido del danés) con pase a Gayà (asentándose como un puntal básico en el equipo) que se sacó un certero centro al killer Maxi Gómez que entraba raudo en el área, acabó batiendo al portero. A partir de ahí al equipo le tocó sufrir y mucho, hasta el 94. Un exceso de nervios o falta de experiencia (el equipo rezuma juventud, con un nuevo debut esta vez de Álex Blanco, que estuvo correcto y deberá mejorar para tener más opciones) hizo que se vinieran demasiado atrás, cediendo jugada a jugada el terreno a la Real, jugando los últimos 10 minutos encerrados prácticamente en el área (excepto una contra con poco éxito). Afortunadamente el drama en el 94 (gol de la Real anulado) no se consumó gracias a un certero VAR que esta vez sí se aplicó correctamente, señalando la mano en la jugada.
Bocanada de aire fresco que debe aprovechar el equipo, y entorno, para soltar un poco los nervios que íbamos acumulando. Y esperemos que el ¡¡Oh Señor Lim!! se digne en dar el Ok en algún jugador que apuntale este buen grupo gestionado con un buen entrenador.
Amunt!!
Lobo
Pedimos que no se repitiera el pequeño ridículo ante el Huesca, y nos han hecho caso!! Un VCF repleto de jóvenes e inexperiencia asaltó Anoeta y volvió a ganar fuera con un partido sobrio, esforzado y eficaz. Y eso que tuvo enfrente una Real que poco tiene que ver con la tópica de juego burdo y directo. Al contrario, fue un rival con la ambición de controlar el juego y una calidad en pases y controles por momentos exquisita. Ante eso el VCF se defendió bien, con una presión intensa y organizada que empezaban Maxi y Kangin y continuaban con acierto Kondo y Wass, sin especial contundencia pero siempre atentos y expeditivos, con solo el pequeño lunar de los balones altos que siempre parecían caer del lado local, que recuperaban y tocaban con calidad pero apenas tenían profundidad y perdían todo el empuje ante Diakha, Guillamón, Correia, Gayá y Jaume, dominantes. Primera parte sin florituras pero muy seria del VCF.
En la continuación los txuri urdin ganaron empuje y consiguieron arrinconar a los nuestros, pero en una de esas los pillaron con una buena apertura de Wass, seguida por una gran cabalgada y preciso centro de Gayá a Maxi, que siguió la jugada con fe y obtuvo su premio. Golazo en la mejor tradición del contrataque. El uruguayo empieza a mostrar buenos números, una estupenda noticia. Ni siquiera el gol con susto final que habría supuesto el empate pero arregló por una vez el VAR, habría empañado las sensaciones de un muy buen partido del VCF que retoma el camino de pretemporada.
Muy bien todos hoy, jugadores y míster. Javi Gracia supo leer el partido y convencer a los suyos para pelearlo, y acertó con los cambios. Así que, venga, arriba ese ánimo. Ahora unos fichajes para redondear un proyecto que puede ser confiable si siempre se jugara con estas ganas, algo que está por ver, porque la continuidad en la actitud correcta para afrontar los partidos es el gran problema endémico del VCF de los utlimos años.